Kurosaki Ichigo es un estudiante de instituto normal, salvo que tiene capacidad de hablar con los muertos. Él intenta ayudarles a cruzar al otro lado, pero un día uno de los fantasmas a los que ayuda es perseguido por un Hollow. En ese momento es cuando conoce a Rukia, una Shinigami (dios de la muerte) que se encarga del Hollow, pero no acabó con él, puesto que este regresa más tarde para atacarle.
Rukia presiente el ataque del Hollow e intenta llegar hasta él, pero es derrotada, y su única solución es cederle sus poderes a Ichigo. Ichigo, con sus nuevos poderes cedidos por la Shinigami, derrota al Hollow rápidamente, lo cual sorprende a Rukia, ya que no es capaz de entender como un humano corriente puede llegar a ser tan poderoso.
Tras la batalla, Rukia se ve obligada a quedarse en el mundo humano para recuperar sus poderes de Shinigami. A partir de ese momento es Ichigo el que tiene que enfrentarse a los Hollows con la ayuda de Rukia, volviéndose así cada vez más fuerte. Pero un día se presentan unos Shinigamis de la sociedad de almas, lugar a donde pertenece Rukia, para capturarla y juzgarla, ya que es un grave delito el traspasar los poderes de un Shinigami a un humano. Ichigo intenta ayudar a Rukia y se enfrenta a ellos, pero pierde y se la llevan a la Sociedad de Almas.
Tras recuperarse de la batalla, su misión será ir a rescatar a Rukia junto con la ayuda de Ishida, Inoue y Chad.
Es una serie con una buena historia, su relleno es bastante bueno si se compara con otras series. Hay una gran cantidad de personajes secundarios, y todos los principales acaban teniendo su momento de gloria.
Es bastante recomendable por sus escenas de acción y trama, que se mantiene fija durante toda la historia. Además los personajes tienen un buen doblaje.
En algunas ocasiones es un anime bastante predecible y la historia no se desarrolla demasiado rápido a causa de las continuas luchas.